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El 66% de las empresas españolas reconoce que cada vez le resulta más difícil pagar a tiempo a sus proveedores

Según el Informe Europeo de Pagos de Intrum, este porcentaje es 5 puntos superior al
registrado hace un año (61%).
Por su parte, la media europea de compañías en esta situación es del 59%, siendo
España, Eslovenia (69%), Irlanda (67%) y Portugal (66%) los países con los porcentajes
más altos.
7 de cada 10 organizaciones admiten que podrían llevar al día las facturas de sus
proveedores si recibieran antes los pagos de sus deudores.
Con el objetivo de poner solución a esta problemática, casi la mitad de las entidades
españolas (48%) ya está tomando medidas para pagar sus facturas a tiempo.
El último trimestre del año se posiciona como un buen momento para que las empresas revisen
y ajusten sus estrategias de negocio, con el objetivo de asegurar un cierre de año sólido y
afrontar un 2025 lleno de nuevos desafíos. En este contexto, uno de los aspectos críticos que
conviene analizar es la gestión de pagos y cobros. Especialmente, en un entorno económico de
incertidumbre que, aunque se muestra resiliente gracias a la exportación y a la previsión de
aumento del consumo privado y de la inversión, todavía está afectando a la capacidad de las
compañías para cumplir con sus compromisos financieros.
Esta es una de las principales conclusiones del Informe Europeo de Pagos de Intrum, estudio
anual que analiza el comportamiento financiero y las tendencias de pago de las compañías de
25 países europeos. En él, se recoge que el 66% de las empresas españolas reconoce que
cada vez le resulta más difícil pagar a tiempo a sus proveedores debido a la
incertidumbre económica. Un porcentaje superior al 61% registrado en 2022 y 2023,
reflejando, así, un deterioro en la capacidad de las compañías para cumplir con sus
obligaciones financieras.
A nivel europeo, el porcentaje de respuesta se sitúa en el 59%. España sería, junto a Eslovenia
(69%), Irlanda (67%) y Portugal (66%), uno de los países con mayor proporción de
organizaciones con problemas para afrontar los pagos a proveedores a tiempo. Al otro extremo
estarían Austria (52%), República Checa (50%), Croacia (50%), Dinamarca (47%) y Bélgica
(46%) como los cinco territorios con menor porcentaje de empresas en esta situación.
Un tercio de las entidades afirma que ahora es más probable que pida plazos de
pago más largos a sus proveedores que hace un año
Esta situación refleja también una creciente necesidad de las empresas por adaptar sus
prácticas de pago a un entorno económico desafiante. En este sentido, según el estudio
elaborado por Intrum, el 36% de las entidades de España admite que, respecto a esta
misma época de 2023, hay ahora mayores posibilidades de que pida plazos de pago más
amplios a sus proveedores, o que, incluso, llegue a pagar una factura más tarde de lo
acordado. Un porcentaje de respuesta que se sitúa nuevamente por encima de la media
europea (34%).
A su vez, el 35% de las compañías consultadas admite que paga a sus proveedores más
tarde de lo que aceptaría de un cliente. Aunque, en este caso, España se sitúa por debajo de
la media europea (39%), esta situación evidencia una creciente presión sobre las finanzas
empresariales y refleja cómo algunas firmas están dilatando sus facturas más de lo acordado.
Los impagos de los clientes, la causa principal
Uno de los motivos de que estas empresas se vean abocadas a retrasarse en sus pagos es el
incumplimiento de las obligaciones financieras de sus propios clientes: según este informe, el
70% de ellas indica que podría cumplir con sus proveedores si sus deudores abonasen a
tiempo las facturas pendientes de cobro. Una coyuntura que genera un efecto dominó que
afecta a la sostenibilidad de todo el ecosistema empresarial en su conjunto.
Ante esta realidad, el Informe Europeo de Pagos pone de manifiesto también que casi la
mitad de las entidades (48%) ya está tomando medidas para pagar sus facturas a tiempo.
Este esfuerzo refleja una toma de conciencia sobre la importancia de estabilizar el flujo de caja
y minimizar el impacto de los impagos en la sostenibilidad del negocio. Fortalecer estas
iniciativas durante los próximos meses será clave para mejorar la salud financiera de las
compañías y afrontar con mayor solidez los desafíos del próximo año.

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